Sonia
Hola. Mi nombre es Sonia y soy diplomada en ciencias empresariales por la universidad de Valladolid.
Este año me he propuesto obtener el Máster de profesor en educación secundaria, formación profesional, bachillerato y enseñanza de idiomas.
Mi primer contacto en las aulas fué a los 4 años de edad, época en la que la enseñanza no era obligatoria hasta tener cumplidos los 6. Vivía en un pueblo muy pequeño y la profesora del colegio decidió acogerme en su aula porque iba a ser la única niña que se quedara en casa y sin amigos de juego. En el mismo aula estábamos alrededor de 15 alumnos desde 1º hasta 6º de E.G.B. (entre ellos sus hijos).
Para contextualizar ese momento, mencionaré que unos años antes ya había empezado el éxodo de la población rural hacia las ciudades. Los pueblos se quedaban vacíos, sin niños. Mis hermanos mayores, Fernando e Isabel ya cursaban sus estudios fuera, igual que sus amigos. La juventud estaba desapareciendo. Así que cuando cumplí 7 años los padres del pueblo con niños en edad escolar decidieron enviarnos a un colegio más grande.
Mi pueblo se llama Doña Santos y está situado en la sierra de la provincia de Burgos, casi limítrofe con la provincia de Soria, a pocos kilómetros de Santo Domingo de Silos, Peñaranda de Duero y las ruinas romanas de Clunia.
Esta situación geográfica, con unos inviernos muy duros, climatológicamente hablando, y con unas infraestructuras mucho más deficitarias que las que hay hoy en día, condicionó la decisión de todos nuestros padres. Pensaron que la opción más acertada era que continuáramos los estudios en el Colegio San José, internado mixto de Salas de los Infantes. Esta población estaba a 30 kms de distancia. Volvíamos a casa un fin de semana cada 15 días los primeros años, y más tarde cada semana. De esta forma, no arriesgábamos nuestras vidas a diario en el desplazamiento de casa al colegio. O sí, el conductor que nos llevaba tenía una cassette de El Dúo Dinámico que ninguno podremos sacar de nuestra memoria después de escuchar durante años las mismas canciones una y otra vez, todos los lunes y viernes. Afortunadamente, la música que nos acompañó en aquellos viajes mejoró. En ocasiones, mi hermano mayor nos llevaba a los 5 niños en un Seat 127 blanco con cintas de Los Chichos y Los Chunguitos. 😂
La separación de la familia y del entorno fué pelín traumática, no lo asimilé muy bien al principio. Mi hermana Raquel, dos años mayor que yo, también fué allí, pero ella lo llevó mejor, no tuvo rabietas como las mías. En una ocasión, las gafas de la profesora que intentaba calmarme saltaron por los aires y acabaron con una patilla rota.
Evidentemente, no me salí con la mía, continué allí durante 7 años hasta que acabé 8º de E.G.B. Sin embargo, tengo muy buenos recuerdos de mi paso por aquel cole. Allí la convivencia estaba basada en valores de respeto e igualdad. Acogían niños de todos los pueblos de los alrededores donde las escuelas estaban desapareciendo. Había un horario de estudio diario de 18:00 a 20:00 supervisado por educadoras o religiosas. Teníamos muy definidas nuestras tareas diarias de limpieza y organización de habitaciones y comedores, ambos sexos por igual.Tanto profesores como educadores estaban muy comprometidos con la enseñanza tanto fuera como dentro de las aulas. Prueba de ello es, que el primer año en un instituto de Valladolid no aprendí nada en la asignatura de matemáticas, todo me lo había enseñado Don Julio en el cole. Él también despertó mi espíritu competitivo, quien además era entrenador de balonmano en clase de educación física. Por las tardes después de las clases estábamos deseando salir al patio para jugar más partidos. Ganamos varios campeonatos provinciales y regionales. . Cada metro de ese fantástico patio, nos permitió desarrollar numerosas destrezas y habilidades. Incluso una pequeña cochera, niños y niñas la usábamos para jugar a pelota a mano.
Como he dicho, vine a Valladolid a un instituto para estudiar bachillerato experimental. En aquella época había comenzado una reforma estructural del sistema educativo, llamada REM (reforma experimental de enseñanzas medias) que se quedó a medias y cuyo espíritu se promulgó con la LOGSE.
En el instituto los dos primeros años tuve un rendimiento académico aceptable, los dos siguientes los superé con aprobadillos, pero le cogí gustillo a la lengua francesa. La tenía como asignatura optativa y después de finalizar su estudio el tercer año, siempre permaneció en mi cabeza la idea de retomarla en algún momento. Obtuve el Título de Bachiller y aprobé la selectividad, que no fué la misma que los que habían cursado BUP y COU.
Después cursé mis estudios de empresariales. Seré sincera, una decisión muy vocacional no fué, simplemente seguí el mismo camino que mi hermana mayor. De esa etapa quiero comentar que tuve una sensación de profundo distanciamiento de los profesores. Las clases eran muy numerosas y la falta de deberes hicieron que mi interés y mi compromiso con el estudio fuera el mínimo.
Conseguí terminar los estudios, obtuve mi Título y empecé a trabajar sin parar hasta hoy. Toda mi experiencia laboral ha sido en el ámbito privado. Simultáneamente me propuse estudiar idiomas en la Escuela Oficial de Idiomas y ahora mismo poseo el nivel C1 de francés y B2 de inglés. La observación de mi hermana mayor: "ahora estudias más que cuando estabas en la universidad". Y así era y es.
Por otro lado, quiero también que me conozcaís por mi gran aficción al frontenis. Jugar en el pueblo, sobre todo en verano, ha sido mi pasión.
Además, añadir que me gusta mucho escuchar la radio y que asisto a cursos de baile. De jovencita no tenía ningún sentido del ritmo, pero ahora se puede decir que no se me da nada mal, ja, ja.
Finalizaré mi presentación:
-Primero, con un profundo agradecimiento a mi familia, a mis profesores y educadores del cole, que siempre dieron un gran valor a la educación.
-Segundo, decir que con el paso del tiempo me he dado cuenta de que hay que dejarse llevar, que todo llega cuando menos se espera, sólo hay que creerlo.
-Tercero, que nunca se es mayor para aprender, por si alguien se lo cuestiona. Mirad qué reto tengo yo ahora a mi edad!
Un saludo a todos los que os tomáis un momento para leer mi blog!
muy interesante biografía. ¿Cómo crees que se podría revertir la despoblación de los pueblos de Castilla? ¿crees que es bueno que los niños y niñas tengan que salir de su entorno rural a tan temprana edad para escolarizarse?
ResponderEliminarEl motivo principal de la despoblación ha sido el empleo, pero ahora mismo se añade la cantidad de servicios que los pueblos no ofrecen y las ciudades sí. Es evidente que esos servicios no son imprescindibles, pues mis familiares y vecinos llevan décadas sin ellos y han vivido muy bien y no les ha faltado de nada. Veo muy difícil poderlo revertir en el corto y medio plazo, pero quizá sí hay una posibilidad, aunque muy pequeña, de dar un giro total porque en las grandes ciudades ya no hay tanta calidad de vida, no se dispone ni de tiempo ni de dinero para disfrutar de esos servicios.
EliminarEn cuanto a la segunda pregunta, claramente no. El afecto y la educación de la familia no se pueden sustituir por ninguna otra fórmula, es esencial para el normal desarrollo de la persona. No quiero decir que con la carencia de éstos no se pueda alcanzar, pero el camino siempre es mucho más duro.
Buena Biografia Ines ! C1 de français c'est très bien car c'est un niveau très difficile. Bravo à toi !
ResponderEliminarMerci beaucoup Nicolas!
EliminarConsidero que se pueden aprender nuevas cosas a cualquier edad. Todo es posible con la suficiente motivación.
ResponderEliminarClaro que sí. Como dice el dicho, "muriendo y aprendiendo".
EliminarHola, te dejo este comentario para ver si me sigues, es un experimento
ResponderEliminarHola. Sí, yo también fuí a E.G.B. y mi cole también se llamaba San José, San José de Calasanz, pero de un pueblo de Burgos. No sigo todo lo que me gustaría por falta de tiempo.
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